Comenzar a trabajar en el mundo de la fotografía puede parecer engañosamente fácil. Si bien el primer paso es adquirir una cámara que permita hacer buenas tomas, la clave de todo buen fotógrafo está en lo que sucede una vez se pasa la imagen de la máquina a un ordenador.
Aunque es fácil encontrar información sobre qué equipo fotográfico es el básico para iniciarse en la fotografía, hoy queremos enfocar esta profesión desde el ámbito de la tecnología.
Un profesional de la fotografía requiere de un equipo que, aunque no es demasiado amplio, se hace imprescindible si se quiere trabajar de manera adecuada y efectiva.
Precisamente por ello, si estás pensando en dar el salto a este campo laboral, dale un vistazo a nuestra lista de material básico y encuentra las mejores ofertas de electrónica en Outlet PC para iniciar tu camino como fotógrafo profesional.
Lo primero que se necesita es un buen ordenador que aguante las sesiones de trabajo que vendrán. El programa de edición de fotografías por excelencia es el conocidísimo Photoshop, una aplicación que se caracteriza por consumir una enorme cantidad de recursos a los equipos informáticos.
Por eso, es recomendable contar con un sobremesa o un portátil que cuente con, al menos, 16GB de memoria RAM, una gráfica externa (Nvidia o Ati, por ejemplo), SSD (nunca disco duro) y, como mínimo, un procesador i5.
Por supuesto, además de un equipo potente es casi imprescindible un monitor de calidad con el que hacer los retoques, tanto si se trabaja con un sobremesa como si se hace desde un portátil.
Nuestra recomendación es buscar una pantalla que esté entre las 27 y las 32 pulgadas, con una resolución de 4K, que cuente con un panel IPS LED y un contraste entre 800:1 y 1000:1. Podrás encontrar algunos de las marcas BenQ, Samsung o LG a precios asequibles.
Un elemento que acompaña a cualquier persona que trabaje con datos informáticos pero que se hace especialmente sensible para un fotógrafo es el disco duro externo.
Aunque los brutos que hace un fotógrafo profesional dependen siempre de lo extensa que sea la sesión, los originales que se extraen de la cámara son siempre muchos archivos de un peso mediano, que se verá incrementado una vez las imágenes pasen por Photoshop.
Lo más recomendable es tener el SSD lo más ligero posible y que todos los materiales con los que se trabajen estén almacenados en una memoria externa de la que ir copiando al ordenador según se necesite.
Como decíamos antes, Photoshop es un programa que exige mucho al equipo informático por lo que cuanto más limpio y ligero esté, mejor.
Por último, aunque los principiantes no suelan tenerlo en cuenta a la hora de comenzar a trabajar en fotografía, es recomendable hacerse con una tableta gráfica. Para trabajar en fotografía servirán los modelos más básicos aunque, por supuesto, cuanta más sensibilidad tengan mejor.
Esta herramienta será especialmente útil para los que trabajen con máscaras y herramientas como el pincel o los trazados pero, en cualquier caso, facilitan la tarea y es conveniente acostumbrarse a usarla cuanto antes.