Un servidor puede ayudar a tu empresa a ser más eficiente o puede convertirse en un posible cuello de botella.
A continuación, te indicamos cómo elegir un servidor y asegurarte de tener acceso a suficiente almacenamiento (no más atascos de tráfico) sin pagar de más.
1 – ¿Para qué necesitas un servidor?
El uso previsto es lo que más importa. Saber lo que necesitas y por qué te ayudará a evitar pagar de más o comprar hardware que no cumple con tus expectativas.
Los servidores de correo electrónico o de intercambio requieren sistemas moderadamente potentes con procesadores de nivel de servidor para lograr estabilidad y confiabilidad. Elije una opción de rango medio con espacio para varias unidades de almacenamiento y un procesador de cuatro núcleos.
Las opciones del servidor de archivos varían según la escala de tu negocio. Si es una pequeña empresa con menos de 20 usuarios, puedes elegir una opción más pequeña, denominada almacenamiento adjunto en red para ahorrar costos.
Si tienes una empresa más grande o necesitas una copia de seguridad automática y acceso VPN, lo que necesitas es un servidor de archivos.
La virtualización es para empresas que ya tienen varios servidores y desean reducir sus requisitos de administración y mantenimiento de servidores.
Puede ofrecer ahorros de eficiencia fantásticos para empresas con múltiples máquinas físicas, pero para muchas pequeñas empresas es excesivo: Un servidor de archivos o un servidor de intercambio funcionarán.
2 – Considera los servicios en la nube
Vale la pena preguntarte si tu empresa realmente necesita un servidor en tu oficina actual. Si tienes poco espacio o no tienes mucha infraestructura de TI, la nube podría ser tu mejor opción.
Para empresas en expansión con necesidades de TI sencillas, es asequible, flexible y no ocupa espacio en absoluto.
3 – Construye o compra
Existen algunas limitaciones a lo que puedes hacer con los servidores basados en la nube. Si tienes requisitos más complejos y decides que la nube no puede satisfacer tus necesidades, debes comprar un servidor prediseñado o tener uno hecho a la medida para tu empresa.
Comprar un servidor listo para usar puede ser una opción de gran valor, aunque sus costos iniciales pueden ser más altos: Obtienes soporte de producto, software incluido y una garantía.
Una compilación personalizada te brinda más capacidad de configuración y una mayor capacidad para resolver problemas internamente, pero también puede conducir a una diversificación excesiva y no contarás con el apoyo del fabricante.
4 – Elije tu sistema operativo
Si has seleccionado un servidor prediseñado, deberás comprar el software por separado. La mayoría de las empresas eligen un servidor Windows, pero también vale la pena investigar uno Linux. Realmente depende de tu negocio, así que investiga o pide consejo a un experto.
Si tú o tu empresa están pensando en invertir en nuevo hardware, puedes pedir consejo a un experto, seguramente te ahorrará tiempo y dinero.